Crecimos convirtiéndonos en piratas, magos, payasos, astronautas, detectives y elfos, corriendo y gritando, contando historias de miedo o pinchando a los más pequeños, cuando no nos pinchaban a nosotros los mayores. Crecimos jugando con arcilla y hierba, haciendo guerras de agua, despertándonos de la noche bajo las estrellas pintados con bigotes y pasta de dientes… Aprendimos a apreciar un buen fuego de campamentos rodeados de amigos, el olor de la hierba mojada, los días de sol, el sonido de una guitarra, el agua helada del río, un sábado lleno de aventuras, recordar anécdotas de años anteriores, rogar para que nuestros padres nos dejaran ir a los campamentos, esos Santos Inocentes llenos de travesuras, la comida de nuestros padres después de largos días de campamentos, los fríos inviernos y las infernales marchas…
Si, progresamos y experimentamos de todas las aventuras, llevándonos siempre algo de nuestros Hermanos Scout, de nuestros amigos, y sabemos que lo mejor de todos estos años es lo que queda en nuestras memorias y en nuestros actos y puesto que no se nos da bien guardarnos las enseñanzas, procuramos proyectar lo que en su día nos dieron a nosotros en el resto de las personas. No somos capaces de quedarnos con los brazos cruzados por lo que seguimos con alguna de las asociaciones con las que empezamos, y en este campamento aún nos quedan algunas cosas que hacer como Rama, como la ceremonia final de la etapa Ruta, y, ¿por qué no? Igual también una escapadita de unos días los cinco.
Todavía nos queda mucho camino por delante, pero los años han ido pasando poco a poco y casi sin darnos cuenta nos encontramos en el momento de decir un “hasta luego” al grupo, ya que se nos ha acabado el tiempo de ser los chicos que eran mitad espectadores mitad jugadores, para convertirnos en jugadores plenos, aunque con mucho aún por aprender. No queremos decir un “adiós” porque se nos seguirá viendo el pelo por la base, (esperemos que durante largo tiempo), así que todavía nos quedan aventuras por vivir con los más pequeños.
Baden Powell en su último discurso dijo: “el camino verdadero para conseguir la felicidad pasa por hacer felices a los demás. Intentad dejar este mundo un poco mejor de cómo os lo encontrasteis y, cuando os llegue la hora de morir, podréis morir felices sintiendo que de ningún modo habréis perdido vuestro tiempo sino que habréis hecho todo lo posible. Así, estad “Siempre Listos” para vivir felices y morir felices: aferraos siempre a vuestra promesa Scout, aun cuando hayáis dejado de ser muchachos, y que Dios os ayude a hacerlo así”. Fiel a esto podríamos decir que emprendemos un nuevo camino en el que nos encontraremos de todo, flores y cardos, días de sol y lluvia, pero que eso nos hará más fuertes y más listos para servir.
Este será nuestro último campamento como Rutas, así que también queríamos dedicar algo de hoja a daros las gracias, a todos y cada uno. A los que empezaron la andadura con nosotros por hacernos mágicos todo estos años, a nuestros responsables por ayudarnos a crecer y confiar en nosotros, a nuestros padres por traernos a este grupo, a todos los chicos y chicas por hacérnoslo pasar tan bien todos los días, y a vosotros los padres, aunque nos seáis los nuestros, por confiar en este grupo que para nosotros ha sido la entrada en nuestra forma de ver y vivir la vida que elegimos.
Sara, Rafa, Miguel, Diego y Guada. Siempre Listos.
¡Seguimos caminando!
Clan Glymur XXII Dinastía Arbayún.
Gracias a vosotros, chicos, por todo lo que habéis aportado al grupo… Y todo lo que aún nos váis a aportar. Ánimo!!!
Sniff, sniff
Pues nada,ánimo chic@s, es lo que toca. A cuidar de ese pedazo y pequeño clan, que esto ya es de por vida…
Que recuerdos de cuando estuvimos haciendo el Pirata…
Venga, buen camino!!