Para los que no lo sepáis, durante esta Semana Santa, los pioneros hemos estado de marcha volante en Navarra. En concreto por la zona de Lumbier, conociendo los ríos Irati y Salazar y viendo las magníficas foces que les acompañan.
Os vamos a contar como surgió un poco la idea de este campamento volante. Al principio del trimestre, los pioneros teníamos un montón de ideas para hacer estos días, desde un camping en la playa, un campamento dedicado a nuestra empresa, que como sabéis está dedicada a los animales, recorrer el Camino de Santiago, otro camping pero en la montaña, etc.
Después de preparar las diferentes opciones, decidimos que lo que más nos apetecía era una marcha volante por esta zona de Navarra. Así que una vez decidido, nos pusimos a preparar lo que sería nuestro campamento; la ruta que seguiríamos, el material que tendríamos que llevar, el menú para todas nuestras comidas, las actividades que iríamos realizando a lo largo de los días, etc.
Llegó el tan esperado día y el 24 de marzo los pioneros madrugamos para quedar en la base a las 6:30 de la mañana, temprano pero sí, ¡llenos de ilusión para dar comienzo a este campamento!
Ese mismo día comenzamos a andar desde la zona de Imirizaldu, pasando al ladito de la Foz de Ugarrón y hasta llegar a un pequeño pueblo llamado Napal donde pudimos pasar una noche friolera pero bien arropaditos al calor de nuestros buenos sacos.
A la mañana siguiente comenzamos a andar temprano y subimos a dos miradores con unas vistas impresionantes, desde donde veíamos toda la Foz de Arbayún… ¡¡un paisaje y unos buitres espectaculares!! Ese día continuamos el camino y llegamos hasta Usún donde dormimos la segunda noche. Nuestro objetivo el tercer día era llegar hasta Lumbier donde pasaríamos la última noche. Y ya para despedirnos, el domingo y antes de coger el bus de vuelta a Burgos, fuimos a ver la Foz de Lumbier.
Pero no solo estuvimos andando, también hicimos actividades como un furor, en el que todos nos reímos y participamos; un debate sobre las drogas y el alcohol muy interesante y una actividad de confianza que nos ayudó a conocer mejor a ciertos miembros de la Unidad. También visitamos el Centro de Interpretación de las Foces, en Lumbier, y la última noche, disfrutamos de una barbacoa para acabar con buen sabor de boca este campamento que tanto hemos preparado.
Ha sido un gran campamento para nosotros, en el que todos nos llevamos buenísimos recuerdos y muchas anécdotas que no olvidaremos.
Se despide,
La Unidad Red Climber