Bueno, pues ya terminó el campa de verano. Tras unos días de descanso, nos ponemos a la carga de contar lo que hemos hecho, que no ha sido poco.
Como ya sabéis, en nuestra aventura éramos unos científicos que habíamos viajado en el tiempo a diferentes épocas, y que nos reuníamos en el presente, para poner en común nuestras experiencias en el pasado.
Así, desde la prehistoria, descubrimos rituales de caza, elaboramos Venus oferentes para ofrecer a los dioses, y, tras un ritual en la selva, conseguimos el fuego que nos acompañó el resto del campamento.
En Roma hicimos una fuerte preparación para ser buenos soldados romanos, preparación que incluía pruebas de ingenio, de rapidez, de colaboración, e incluso una lucha en el barro.
En la Edad Media descubrimos lo que eran las clases sociales mediante un juego de rol, y tuvimos una cena de gala entre princesas y plebeyos, e iniciamos un debate sobre las clases sociales, que nos gustó tanto, que continuamos al día siguiente.
En el Renacimiento, para preparar el Carnaval Veneciano que teníamos por la noche, hicimos máscaras y disfraces. Cenamos disfrazados y aprendimos una danza medieval, que al día siguiente enseñamos a todo el grupo.
Pero eso no fue todo. También hicimos construcciones. Además de nuestra zona elaboramos el PH, y nos encargamos de las duchas y del sumidero de la cocina, vamos, que nos hemos vuelto unos expertos con el pico y la pala.
También tuvimos nuestra marcha volante. Duró tres días. El primero llegamos hasta la fuente del Berro, donde comimos, y dedicamos la tarde a preparar retos y roles, bueno, y a echar la siesta también. Dormimos todos juntitos en una mini habitación en lo alto de unas cuadras de invierno, y por la mañana, tras el desayuno, de nuevo en marcha, esta vez hasta las Lagunas de Vinuesa, pero por el camino nos dimos el homenaje de subir a Pico Urbión, de cuyas vistas no nos olvidaremos jamás. En la Laguna Negra pasamos la tarde, dormimos en el refugio, y después de que Robertajo se incorporase al grupo, iniciamos la vuelta al campa, a donde llegamos al atardecer, y toda la marcha ambientada por las canciones de Pitu y Marta Esa noche dormimos como lirones.
Al día siguiente, día de papis (Gracias papis por las toneladas de comida), y por la noche, nervios, porque sabíamos que al día siguiente salíamos de vivacs. Salimos en cuatro grupos, y todo fue muy divertido. Con los mapas y las orientaciones de Amaya, llegamos perfectamente, y dedicamos la tarde a preparar el Tercer Consejo. Nos despertamos con el sol, recoger todo y volver al campa. Allí los Respons nos prepararon una sorpresa: ¡tarde de piscina!
Y así, sin darnos cuenta, tras el Tercer Consejo, el fin de Aventura, en el que analizamos lo mejor y lo peor de cada época, y elaboramos un documento para las personas que vivirán dentro de cien años, en el que les comentábamos cómo nos gustaría que fuese ese mundo, donde desearíamos que todos los problemas que tiene éste, estuvieran ya eliminados. Enterramos el documento, para que perdurase esos cien años… y comenzamos a preparar el Boom. Luego sólo nos quedaba recoger el campamento, y finalmente regresar a nuestras casas.
La tropa había cambiado. Tuvimos que decir adiós a siete rangers que pasaban a pioneros: Laura, Blanca, Jorge, Dani, Iñigo, Miguel y Alex. (Suerte a todos en vuestra nueva etapa), y dar la bienvenida a todos los lobatos que han pasado. Además, cuatro Rangers han hecho su compromiso este campamento: Estefanía, Iñigo, Alex y Miguel, y tuvimos la suerte de contar con un nuevo Respon, Nacho, que nos ayudó, entre otras cosas, a rematar nuestras construcciones.
Y ya solo nos queda esperar la nueva ronda solar, donde, con los nuevos compañeros, iniciaremos otra nueva etapa, seguro que también llena de experiencias.
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Buena caza y largas lunas, de parte de Ana Pak.